Reseña: One Punch Man

Reseña: One Punch Man

One Punch Man ha sido el éxito de su temporada, y probablemente uno de los mayores éxitos del 2015. Y es algo que me llena de felicidad sabiendo el extraño proceso por el que pasó para ser lo que es ahora. One, el creador de la historia, decidió publicar un webcomic allí por el 2009 donde contaba la historia de este extraño personaje que aclamaba ser un héroe por diversión. En un inicio OPM se pensó como un simple one-shot, pero debido a la gran aceptación por parte de sus primeros lectores, One decidió seguir publicando de vez en cuando sus ocurrencias en la web con el único objetivo de divertirse a sí mismo. Indudablemente, pese a los dibujos de One, la historia conquistó tantos seguidores y llegó a ser tan popular que  nada más que Yusuke Murata, ilustrador de Eyeshield 21,  contactó con One para asociarse y convertir One-Punch Man en un manga serializado donde One sería la mente creativa y Murata el gran ilustrador. En el 2012 OPM fue publicado en la revista Young Jump, siendo todo un éxito y logrando un anime este 2015. Me parece tan emocionante ver como un webcomic pudo lograr tanto y convertirse en el gran éxito que fue, a tal grado de ofrecernos un anime con un sakuga acelera corazones. Solo el talento puro de One pudo traspasar cualquier frontera y llegar a las grandes ligas de una manera tan impresionante que me conmueve de todo corazón.  

One Punch Man no es el anime trascendental, complicado, simbólico y serio que mucho se jactan de tener en su TOP personal. One Punch Man es sinónimo de entretenimiento puro y duro. El anime con el que sabes que el equipo de animadores y productores se ha divertido a mil haciéndolo, y que esa diversión / satisfacción con lo que hacen se traduce en un producto que también encanta al espectador. One Punch Man es una parodia de todo el género “heroico”, con unos personajes simplemente encantadores, una comedia que nunca paró de sacarme sonrisas, momentos emocionantes con mensajes claros detrás de todo ese humor, escenas de acción fantásticas y una animación / sonido que me quitaba el aliento. One Punch Man es uno de esos animes que alegraban mis semanas, que esperaba como niña y que me divertía horrores cada segundo que pasaba. Uno de esos animes con una historia creativa, simple y sólida que explotó cuando grandes talentos de la industria se unieron para decirnos que la animación como técnica puede seguir quitándote el aliente.

Creo fielmente que lo que OPM desea ofrecer al espectador es un rato de diversión, sin pretensiones o tomándose muy en serio, de esa que sale de la mente de su autor con el propósito de divertirse a sí mismo y de paso a su audiencia, simple y sin complicaciones. Desea hacerte pasar un buen rato, ser ese anime que esperes y que te desestrese con dosis de humor y acción, aunque también con los mensajes clásicos heróicos y “seriedad” detrás de todos esos gags. Sí, probablemente OPM no es el anime que haya trascendido mi vida, la industria y el mundo entero, pero no es tampoco que buscara que lo hiciese. Se ha ganado un puesto merecido entre los referentes de la animación japonesa, en su género respectivo, y en mi corazón por los siglos de los siglos. Y para mi ello es más que suficiente para aplaudirlo. A los creadores, equipo técnico, productores, se merecen este éxito y las retribuciones futuras. Me alegro bastante por esta clase de triunfos.

No hace falta decir qué onda con lo que sucedió con mis ojos y corazón con esta animación. Efectivamente, probablemente One Punch Man no tenga el obsceno presupuesto que maneja un estudio como ufotable, pero tuvo detrás a un estudio de alta categoría como lo es Madhouse. El estudio que la gran mayoría esperaba que diera vida a este anime, especialmente por la calidad de animadores que allí se congregan.  Por ende, cuando el primer episodio de One Punch Man se estrenó hubo un solo consenso: Sakuga, sakuga everywhere[+Escenas sakuga de One Punch Man]. Escenas épicas en su máxima expresión cuando tenía que haberlas, momentos graciosos adornados con expresiones faciales y secuencias exactas, la animación y dirección de One Punch Man sacan lo mejor de la serie y traen gozo a los espectadores de una manera asombrosa. El amor por la animación como arte, de lograr entretener y divertirse con lo que se hace. El staff de este anime destila eso, destila ser un grupo apasionado por lo que hacen y quieren hacerlo lo mejor posible dentro de todo lo que pueden. Sin llegar a una perfección, siendo lo que tenía que ser y hasta un poco más, es todo lo que esperábamos (y hasta más) que un anime como este tuviese. Gracias. La cantidad de momentos que tengo para el recuerdo son tantos.

En esta ciudad atacada constantemente por monstruos, aliens y seres de los más extraños, vive Saitama. Todo en el grita a los cuatro vientos “NORMAL”. Con su actitud despreocupada, su aparente normal físico y calva cabeza, lo hacen parecer un sujeto más del montón. Sin embargo, Saitama es nada más y nada menos que un superhéroe en busca de rivales que derrotar y con un singular problema: Cada vez que encuentra un nuevo villano este lo derrota con solo un puñetazo. Simple, sencilla de seguir, con agradables gags y momentos épicos, este anime llega para entretener. Lo que más amo de One Punch Man es la simpleza que destila y que en ningún momento es pretencioso con lo que hace o pretende hacer.  La trama fluye y es graciosa cuando tiene que serlo,  al parodiar a los héroes clásicos y los el género shounen que nos rodea con gags bastante entretenidos y escenas de acción que destilan epicness; y más reflexiva cuando la trama lo amerita, al traer elementos un poco más serios al  incursionar en el significado de lo que es ser en verdad un héroe en una sociedad como la de hoy. Sin embargo, no es un argumento que fuerce ambos elementos y los haga incompatibles, sino que sabe como traerlos a colación y presentarlos para que es espectador los disfrute con la misma intensidad. A veces dentro de la misma simpleza de la trama es donde se encuentran los mayores aciertos y méritos dentro de una historia.

La dinámica entre Saitama y Genos es, para mí, la gran joya de la serie (¡ Te amo Mumen Rider). Los personajes, en líneas generales, son uno de los más grandes plus dentro de este anime y lo que finalmente lo hacen tan disfrutable y entrañable.

THE HERO !! ~Okoreru Kobushi ni Hi wo Tsukero~ (THE HERO !! ～怒れる拳に火をつけろ～) de JAM Project… ONE PUUUUUUUUUUUNCH!!!! (8) El OP de One Punch Man es uno de mis favoritos del año, y tal vez no exactamente porque JAM Project me guste o porque considere la melodía de mis favoritas por gusto musical, sino porque como producto es redondo. El OP de OPM tiene todos los elementos para ser uno de los OP mejor hecho, animación, dirección y música combinados de manera genial. Por otro lado, personalmente, no soy muy fan del ED. Hoshi yori Saki ni Mitsukete Ageru (星より先に見つけてあげる) de Hiroko Moriguchi si bien me traía nostalgia no era exactamente por ella, sino porque sabía que tendría que esperar otra semana por un episodio nuevo. Por otro lado, un aplauso para el OST que es simplemente GENIAL. Acierta en cada momento y tiene una piezas impresionantes que saben destacar cada una de las partes del show a medida. Mientras que los seiyuus lo han hecho bastante bien. Aunque si bien me han agradado mucho no me hicieron saltar de mi asiento, aun así el cast me parece bastante competente en todo lo que lograron hacer, especialmente Ishikawa Kaito y Furukawa Makoto.

Entretenimiento puro y duro. Simplemente sólida. Una serie para el disfrute garantizado. A los amantes de la animación, hay sakuga a montones, el cual está acompañado de una gran banda sonora. Genos, obviamente, y su interacción con Saitama-sensei

No es la serie trascendental que algunos pueden estar buscando, siendo hasta cierto punto predecible dado al formato que maneja (aka. One Punch). Como siempre, una serie de comedia está bastante condicionada al sentido de humor del espectador en cuestión.